Con 7 y 9 años, mi hermana y yo pedimos a los reyes un hermanito. En la carta especificamos “a poder ser niña”. Sabíamos de la verdadera identidad de sus majestades, así que al poco de cumplir 8 años, nació mi hermanita. Un bebé de piel clarita y pelo rojizo. En cuanto mi padre la vio, nos dijo “Aquí está vuestra hermana la Pegamoide”. Aquella era la referencia de los adultos de lo que eran los Pegamoides, gente con los pelos de colores.
Estábamos en 1982, el año en el que en efecto se publicó el disco de los Pegamoides, que a día de hoy sigue siendo mi grupo favorito. Obviamente, con 8 años, me enteraba de bastante poco. Sin embargo con el retardo (no solo cultural) que me ha acompañado toda la vida, me pasé la década siguiente escuchando música de los primeros 80. Internacional y sobre todo española.
En el instituto llevaba mi carpeta forrada con fotocopias y fotos de los Nikis; y mientras mis compañeros lo flipaban con Nirvana, yo me extasiaba escuchando a Gabinete Caligari o a Aviador Dro.
Nunca pude ver un concierto de mis ídolos, ni tampoco disfruté –musicalmente hablando- en su momento de los 90. A posteriori sí. La desincronía en la que viví la juventud me ayudó, empero, a integrarme y abrirme al mundo.
Hoy soy una mujer adulta, más de lo que a menudo me gustaría; y estoy suscrita a varias webs de viajes, música, hoteles, maternidad, feminismo y… ofertas. Hace una semana me llegó una bien peculiar: Una visita guiada por Madrid sobre la Movida madrileña. Este es el texto:
Madrid a finales de los años 70 y los 80: la llegada de la democracia, el protagonismo de los jóvenes, los movimientos culturales, las nuevas tribus urbanas. Descubre a través de un recorrido guiado por las calles de la ciudad los escenarios de la Movida madrileña.
El «Rollo», los cafés, los locales de copas, los grupos de música, de las maquetas a los discos, los «pinchas», las radios FM y las radios libres, las revistas y fanzines, los escritores, los artistas, los fotógrafos, la televisión, el cine «Underground», las chicas del Drugstore, las chicas Almodóvar…. y las noches de las calles de Madrid como escenario de la cultura.
«Arde la calle al sol de poniente
hay tribus ocultas cerca del río,
esperando que caiga la noche…»
Radio Futura – «Escuela de calor»
Incluye:
–Paseo a pie guiado
–Documentación
–Una consumición (Madrid Me Mata – Museo de La Movida).
Notas:
Se requiere un grupo mínimo de 10 personas para realizar la actividad. Si no se alcanza, te informaremos.
Quizá debería haberme sentido complacida de poder encontrar en modo nostalgia lo que en su día no pude vivir. Sin embargo me invadió una incómoda vergüenza ajena, e incluso vergüenza propia. ¿Qué invento es éste? ¿A quién se le ha ocurrido este maléfico plan? ¿De verdad hay quien vive de esto?
A mí, como amante no solo de la música, también la pintura y sobre todo la fotografía desprejuiciada de la época me emociona y seduce la añoranza de algo que no viví… Pero lo último que desearía es recrearlo. Porque precisamente, la espontaneidad, el cutrerío y frescura que dio origen a las obras de arte que admiro, son algo irrepetible. Recorrer las calles y locales que visitaba determinada gente, me importa bastante poco. De hecho, si en su día se pervirtió como movimiento al quererlo englobar como “La Movida”, hoy se caricaturiza a la hora de ofrecer estos paseos circenses.
De verdad que intento no ser dura con iniciativas ajenas, máxime cuando se tildan de “culturales”; pero hay cosas que ofenden por el mero hecho de existir, y ésta, perdonen los artífices, pero no ha lugar en mi corazón.
Para gente como mis padres, que identificaban Los Pegamoides con pelos de colores, esto sería muy interesante y divertido… pero no.
Por otra parte, Madrid es una ciudad enloquecida y excitante siempre, y si de encontrar vestigios se trata, los hay a miles de todas las épocas, conquistas, culturas, etnias. Una ruta del vermú, o del Madrid de Quevedo, o de las murallas cristianas y musulmanas, o de edificios pintados de verde… Madrid da para mucho.
Comentarios:
Añadir comentarioPERO NENA, POR QUÉ TANTO DRAMA, LO QUE ESTÁS DEFINIENDO ES EL MAL DE MUSEO Y ESO ESTÁ EN TODAS PARTES. BIENVENIDA A LA CRISIS
Después de leer tu artículo entran unas ganas de ir… ¡Qué bien suena un evento sin hipsters!
Pero si a los superviviente de la Movida los tienes en las fiestas patronales de Madrid y alrededores todos los años 🙂
Lo de las rutas guiadas es más una necesidad de salir con gente que las visitas propiamente dichas. Da igual sobre qué vayan: Madrid típico, graffitis, azoteas, Movida…
Yo sí viví la Movida, o mejor dicho, tengo edad para recordarla, en el 82 tenía 15 años. Los recuerdos que tengo no tienen mucho que ver con lo que ha llegado de aquello a la actualidad. Muchas de las cosas que ahora se incluyen dentro de la Movida entonces renegaban de ella (recuerda lo de … Movida promovida por el ayuntamiento…) o, sencillamente son posteriores. En el 86 la Movida estaba muerta y enterrada, otra cosa es que con el tiempo haya perdurado.
Ay chica!! Qué moderna y que petulante eres!! Deja que la gente haga lo que quiera!
¿Por qué aún hay personas que son incapaces de disentir sin agredir?
Se podrá estar a favor o en contra de la opinión personal de la autora del artículo pero no hay razón para emprenderla con ella..
Cómo se nota que los únicos debates que la gente conoce son los de «Mujeres y hombres y viceversa» o los de «Sálvame».
¡Ale, todos a ponerme a parir!
Te invito a mirar las compilaciones de Non Plus Ultra de Domestica Records. Creo que rescatan la experimentación y espontaneidad por las que sientes nostalgia. (http://www.domesticaorder.com/releases-non_plus_ultra.html)
P.D. A la que dice que será un evento sin hipsters, me parece que seía lo contrario.