13 La Calle Valencia
Desde mayo del 2012 hasta mayo del 2013, durante 12 meses y una semana exactas, se pudo ver a Anselmo Fuertes correr desde la salida del metro de Lavapiés hasta un portal de la calle Valencia varias veces al día. Se trataba siempre de una carrera de ida, porque cada vuelta la hacía, sin excepción, cabizbajo y murmurando algo, arrastrando los pies y lo que le quedase de alma. Los que le observábamos a distancia sabíamos que en la calle Valencia vivía su novia (alguna vez paseaban juntos, incluso cogiéndose la mano, esbozando lo que parecía ser la sombra de una sonrisa), y que lo que le incitaba a esprintar nada más salir a la plaza debía de ser algo importante, crucial, significativo, fuente de mucho placer y/o mucho sufrimiento. Tomamos por costumbre cronometrar lo que tardaba desde el primer respingo en la boca de metro hasta que llamaba por el telefonillo y por fin le abrían. Quitando los momentos en los que discutían y ella no le dejaba entrar, o las contadas ocasiones en las que ella bajaba y se daban un beso y se abrazaban durante décimas de segundo, Anselmo Fuertes recorría aquel tramo en una media de 14 segundos, lo cual nos indica lo desesperado que estaba por llegar a tiempo, o antes de-lo-que-sea, o pronto, o simplemente deprisa. Allí –en el piso de su novia, en su relación- se estaba cociendo algo, algo muy difícil de controlar, y hasta de digerir, y que podía pudrirse o corromperse si él no iba poco a poco batiendo su propia marca. El 28 de mayo de 2013 fue la fecha de su mayor hazaña: bajar de los 12 segundos. 11.56 exactamente. A pesar de la prudencial distancia a la que sus admiradores nos manteníamos, todos pudimos ver a Anselmo girar la cabeza y decirnos adiós con la mano, para después cerrar la puerta. Desde entonces, el día de su récord, ya no hemos sabido nada más de él, Anselmo Fuertes, la Gacela de la Calle Valencia.
Comentarios:
Añadir comentarioUn amor imposible. Los dos eran unos colgados.
Mola esta combinación de realidad, ficción y metaficción. En la calle Valencia mucha gente se desenamora continuamente, sobre todo en un sitio cercano, un jardín semiokupa con huerto en el que siempre venía una pareja a pelearse en voz alta y luego salían de la mano. Serían ellos?