Madriz / Comisariado 16 de September 2015 por Irene Calvo Tweet · Share

Conexiones fotográficas entre siglos

Fotógrafo, profesor y comisario, Antonio M. Xoubanova establece paralelismos entre cinco fotógrafos de los siglos XIX y XXI.

Antonio M. Xoubanova es uno de los fundadores del colectivo madrileño de fotografía Blank Paper, institución clave para el desarrollo de la fotografía en la capital estos últimos años. También coordinó junto con María Serrano La Irreal Galería, ya desaparecida, donde prestaron atención a propuestas de fotografía emergente. En 2013 publicó con la editorial Mack “Casa de Campo”, ahora acaba de publicar “Un Universo Pequeño” con Ca l’Isidret y RONDADE.

Su propuesta para esta sección de comisariado es una selección de fotógrafos del siglo XXI en contraposición a fotógrafos del siglo XIX y que deja deliberadamente despejado el siglo XX como invitación a la reflexión. Los artistas son: Miguel Angel Tornero, J. Laurent, Ricardo Cases, Charles Clifford y Óscar Monzón.

¿Qué crees que hace falta para comisariar fotografía?

Libertad creativa, imaginación, diálogo con los artistas, amor al trabajo que estás comisariando, dinero para la producción y honorarios para el comisario y los artistas.

¿Por qué has elegido estos artistas?

Me gustaría contraponer el siglo XIX al XXI. Aparte de que se escriban los dos con dos “X” y una “I”, creo que hay bastantes similitudes si pensamos en que son dos momentos de revolución tecnológica. Las aproximaciones fotográficas son totalmente diferentes, pero este contraste habla sin decirlo del hueco del siglo XX. Lauren y Clifford eran dos fotógrafos vinculados a los intereses y costumbres de su tiempo, así como lo son también Tornero, Cases o Monzón; lo son no sólo en los contenidos sino también en las formas. Me gustaría hacer un diálogo entre ellos sin tener que usar la ouija.

Te has comisariado a ti mismo varias veces, ¿qué crees que es más fácil, comisariarte o que te comisaríen?

Depende del caso. Yo no me considero un comisario como normalmente se entiende. Sí que he trabajado en mis exposiciones, a veces con mi comisariado propio y otras no. Intento trabajar las ideas y hablarlas con gente que tiene distintos puntos de vista al mío, así que aun cuando para una exposición no hay un comisario externo, para mí existe en las opiniones de los demás.

Acabas de presentar "Un Universo Pequeño", ¿cómo ha sido el proceso de este fotolibro?

“Un Universo Pequeño” es un proyecto en el que he estado trabajando estos últimos tres años. La idea consiste en hablar del universo en 2,5 segundos y 10 metros de la calle Gran vía. En él, trabajo con los conceptos básicos de lo que conforma el universo: espacio, tiempo y materia, e intento hablar de la existencia humana y lo que la conforma hoy. Para la edición trabajé con dos personas a las que quiero y admiro: Aleix Plademunt y Ricardo Cases. Hicimos un par de reuniones en Barcelona y Valencia. Yo tenía una idea de cómo iba a ser, pero tenía más de mil imágenes seleccionadas. Lo que hicimos fue editar la secuenciación y descartar imágenes, en función de lo que yo quería contar. Luego estuve un año más buscando fotografías que mejoraran ciertos aspectos concretos del libro. Posteriormente, Eloi Gimeno y yo diseñamos el libro en base al contenido. Para mí era muy importante que funcionase como un bloque y no como piezas separadas y creo que Eloi comprendió muy bien lo que queríamos hacer. Finalmente el libro lo acabamos de publicar gracias a Ca l’Isidret y RONDADE. Es un libro arriesgado y alejado de lo comercial y les estoy muy agradecido por su apuesta. Las dos son editoriales independientes con libros muy especiales.

Sin título. De la serie Serrano Boogies, 2010.

¿Existe una labor de comisariado en el mundo del fotolibro?

Respecto a la labor del editor podría parecer que realiza la misma labor de un comisario pero cambiando el soporte, sin embargo el soporte, en el fondo, lo determina todo y hace que un trabajo y otro sean radicalmente distintos en la práctica.

Como comisario y artista, ¿qué es lo más importante a la hora de que alguien comisaríe tu obra?

Creo que lo más importante es que surja un diálogo entre los dos y se genere una visión con carácter y complementaria.

Construcción del Puente de los Franceses Madrid, 1859.

En Blank Paper sueles comisariar exposiciones colectivas. ¿Cómo logras confluir las obras de varias personas, cada una con su personalidad, su experiencia y su historia?

Te puedo poner el ejemplo de la última muestra que montamos con los alumnos del Máster. Decidimos hacer catorce exposiciones en una sala de unos 20 m² . Para ello les sugerí que cada uno hiciera una propuesta individual de su proyecto con un programa de 3d y luego en la sala real nos dedicamos a solapar directamente los trabajos como si unos se pisaran a otros. Era un poco como trabaja el graffiti en un espacio urbano: abierto pero pudiendo ver las capas que hay debajo. La primera visión era caótica pero cuando empezabas a investigar podías ver partes de los catorce autores y, a su vez, poder ver la propuesta de cada uno en una web que hicieron para el proyecto. Al final fueron catorce individuales y una colectiva.