Madriz / Comisariado 24 de June 2015 por Irene Calvo Tweet · Share

Relaciones artísticas

Nerea Ubieto ha comisariado exposiciones en Blanca Berlín, Matadero, Injuve y para La Fábrica, entre muchas otras. Ubieto entiende la relación con los artistas como un vínculo íntimo, casi de carácter personal. Esto hace que sus exposiciones siempre tengan un poso de complicidad que facilita la lectura de la muestra y conecta con toda clase de público.

Nerea ha seleccionado a los siguientes artistas con los que haría una exposición (de hecho, suele trabajar con ellos): Olalla Gómez, multidisciplinar conceptual y crítica con el sistema; Javier Núñez Gasco, performer interesado en inmiscuir al público en la acción; Raisa Maudit, artista multidisciplinar enfocada a movimientos sociales y activistas; Javier Chozas, cuyos trabajos abarcan el videoarte y un acercamiento al net art; y Beatriz Lobo, con trabajos de estética naif y lectura menos ingenua.

No es crisis, es saqueo

¿Cómo definirías la labor de un/a comisario/a?

Un comisario es ante todo un conector de ideas, alguien que sabe profundizar en la obra de los creadores y encontrar nexos con el resto de la producción artística a nivel internacional. Consiste en sacar a la luz una serie de inquietudes, preocupaciones, intereses e idearios que subyacen bajo el trabajo de los artistas y reunirlos de una forma singular. El comisario es el ideólogo de una exposición, en cualquiera que sea su formato, y como tal es fundamental su labor creativa: el discurso no sólo tiene que tener peso conceptual y argumentativo, sino también ser atrayente, innovador y responder a las necesidades del espectador actual. Como el artista, el comisario tiene que tener algo que contar.

¿Qué crees que hace falta para ser curator?

Pasión por el arte, entusiasmo por lo que haces, capacidad de asombro, ganas de aprender, una mirada muy abierta y gran admiración hacia los artistas. ¡Ah! y resistencia.

Mil palabras. Contador.

¿Por qué has elegido estos artistas?

Porque me interesan sus ideas y la manera que tienen de materializarlas, a pesar de trabajar en líneas completamente diferentes. Su obra es genuina, lúcida, inspiradora y, sobre todo, fiel reflejo de sus principios. Individualmente, de Raisa Maudit destacaría su descaro, su libertad y su actitud crítica; de Olalla Gómez su agudeza conceptual, la sutileza en el resultado y su compromiso; de Javier Núñez Gasco el valor que otorga a las ideas y su capacidad para convertirlas en arte; de Javier Chozas su versatilidad, su entusiasmo y su capacidad reflexiva; de Beatriz Lobo su humor y su ingenio para evidenciar lo ridículo y lo bizarro en la vida cotidiana. Con la mayoría tengo una relación estrecha y esto me ha permitido profundizar en su trabajo, lo cual considero todo un privilegio. Además, de cara a la temporada que viene tengo previsto comisariar exposiciones individuales de dos de las artistas: de Olalla Gómez en septiembre en la galería Astarté, y de Raisa Maudit en Swinton Gallery.

¿Cuáles son tus referentes o ideales presentes a la hora de comisariar una exposición?

Mi mentor, Alejandro Castellote. Y por seguir con españoles, Javier Hontoria, Martí Manen, Tania Pardo… Por otro lado, me atraen mucho los nuevos enfoques, hace poco asistí a un taller con Manuel Segade en el que trataba el comisariado como práctica performativa, me fascinó. También creo que es necesario vincular la exposición a talleres y actividades paralelas que expandan los significados de la muestra. En este sentido, Javier Duero esta llevando a cabo una labor muy significativa.

Lectura y adoctrinamiento.

¿Cómo entiendes la relación entre el comisario y el artista? ¿Crees que es posible comisariar a un artista sin conocerle personalmente?

La relación artista comisario es imprescindible para realizar una buena exposición. En mi opinión, tiene que ser intensa y enriquecedora en ambas direcciones. Creo que es posible comisariar sin conocer al artista en persona, pero no sin hablar con él. Es necesario intercambiar ideas, indagar en la obra, compartir reflexiones, avanzar y equivocarse juntos. Lo mejor de este trabajo es lo que sacas de esta relación.

Te gusta trabajar con conceptos filosóficos y a la vez buscar ofrecer una visión cercana del arte y para todos los públicos, ¿cómo consigues ese equilibrio?

Trabajando mucho en el concepto de la exposición, repasando una y mil veces los textos, pidiendo opinión a gente externa al mundo del arte como amigos y familiares; y sobre todo, no perdiendo de vista que el arte es para todos, no un privilegio para unos pocos. Considero esencial que las exposiciones sean accesibles a cualquier tipo de público siempre que muestre interés.

Autorretrato, 2012.

Además de comisaria, también trabajas como gestora cultural y publicas en varios medios, ¿crees que un comisario está abocado al pluriempleo?

Por lo menos un comisario emergente, sí. En estos momentos no podría vivir sólo del comisariado, trabajo como redactora de la revista Input, gestionando el fondo de artistas Ars Fundum, coordinando el concurso de fotografía de Nexofoto y en todo lo que me va saliendo por el camino. Sin embargo, guardo la esperanza de poder dedicarme exclusivamente al comisariado en un futuro.