Madriz / Comisariado 22 de June 2016 por Irene Calvo Tweet · Share

Difusión y comisariado

Rosa Olivares (Madrid, 1955) es una de las mujeres que más ha colaborado en la difusión y conocimiento del arte contemporáneo y sus profesionales en nuestro país. Desde el año 2000 es editora y directora de la revista especializada en fotografía contemporánea Exit Imagen&Cultura y desde 2002, y también de EXIT BOOK, una revista que analiza libros de arte y de cultura visual contemporánea.

Los artistas con los que Rosa haría una hipotética exposición son: Irma Álvarez Laviada, artista interesada en las connotaciones de los materiales y el vacío como material; Amparo Garrido, fotógrafa que investiga la comunicación, la introspección y la soledad a través de los espacios domésticos o naturales y los animales; Miguel Ángel Tornero, que trabaja la fotografía desde el apropiacionismo y los softwares que producen imágenes aleatorias; Concha Pérez, también fotógrafa, que centra su trabajo en los espacios abandonados o en desuso, aludiendo al concepto de memoria constantemente; y Rosa Brun, quien abstrae la luz y las formas que quedan en nuestras retinas al cerrar los ojos ante una imagen y las convierte en formas sólidas llenas de color.

Modalidades de lo visible, 2016.

¿Cómo definirías la labor de un/a comisario/a?

Un comisario es, a partes iguales, teórico, gestor, organizador, diseñador, transportista, dama de compañía… Una persona que tiene una idea y consigue transformarla en una exposición, un conjunto de imágenes, obras, que cuentan la historia que el/ella inventó. Por el camino está el vender la idea, conseguir la colaboración de los artistas, el préstamo de los coleccionistas, etc. Un hombre orquesta.

¿Qué crees que hace falta para ser comisario/a?

Conocimiento e imaginación.

Natasha, de la serie Una casa es un texto, 2004.

¿Por qué has elegido a estos artistas?

Porque me gusta su obra, y creo que sin tener un guión previo hay que contar con gente que esté de tu parte, con obras lo suficientemente buenas e interesantes para que, hagas lo que hagas, el resultado sea bueno.

¿Cuáles son tus referentes o ideales a la hora de comisariar?

No tengo ningún ídolo. He visto muchas exposiciones en todo el mundo y el compendio de lo que ves, lo que lees, lo que sabes y lo que ignoras, te define como persona y como comisario. Pero quiero decir que comisariar es un trabajo en el que si no hay creatividad, chispa, imaginación, no vale nada. No es un tema burocrático; no se puede hacer una expo cada tres meses, así pasa que cada vez hay más “curadores” y menos exposiciones interesantes, todo es cada vez más mediocre.

Photophobia, 2012

¿Crees que una comisaria puede jugar un papel clave en la historia del arte, al igual que las galerías de arte o los medios de comunicación?

Es muy difícil, solamente Harald Szeemann, tal vez, lo haya conseguido. Pero creo que fueron los pioneros de la curaduría, gente que cambió el concepto de exposición, que generaron el nacimiento de los nuevos museos, ellos sí lo hicieron. Esa generación ya está muerta. Hoy ya no hay nadie de esa altura y las circunstancias tampoco son las mismas.

¿Cual es tu opinión sobre los nuevos/as comisarios/as que también son coleccionistas, artistas u otros agentes culturales?

A veces un artista puede ser un gran curador puntualmente; mucha gente inteligente e ingeniosa, preparados y con energía, pueden hacer una buena exposición. Normalmente sólo una. Los que quieren ser todo a la vez (ya sabes: la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro) suelen ser mediocres en todo. Son como los mileuristas, pluriempleados. Suelen tener malas colecciones, son artistas con poco vuelo y, por lo general, malos comisarios.

Habitación I, 2007.

¿Hacia dónde piensas que evolucionará la curaduría en los próximos diez años?

Pues creo que irá desapareciendo, ya no tiene sentido. Son los conservadores y directores de los museos, el personal fijo, quienes hacen las exposiciones. Por economía y por lógica. Quedarán las bienales, eventos piratas y poco más. Aparecerá otra figura que ocupe su lugar.

Obion, 2014.