Madriz / Ideas y Entrevistas 4 de April 2018 por Javier Yohn Planells Tweet · Share
##La nueva Toctli ###Isabel García Mellado era poeta, publicó libros, en antologías, ganó premios. pero Isabel García Mellado ahora se llama India Toctli e India Toctli se estrena con su primer poemario, “atl” (ejemplar único, 2018) que es nuestra excusa para hablar con ella de la manera de crear un mundo en el que lo primero sea “el cuidado”. (figure: 1-c-javier_yohn_planells.jpg) Hacemos la entrevista en casa de India Toctli, en Carabanchel, en el luminoso salón que es también estudio de pintura y selva de plantas domésticas. Nos acompaña su hija de siete años, Vega, que va tomando notas en una pequeña libreta como si fuera ella la periodista y de vez en cuando interrumpe porque ella también tiene sus propias preguntas. Desde las paredes, nos observan varios retratos de mujeres pintados por esta otra mujer menuda y nerviosa que también es poeta, aunque quizás pintar y escribir sean la misma cosa. Hace muchos años que conozco a India Toctli pero empezamos la entrevista con una pequeña metedura de pata. **Hasta el momento has publicado como Isabel García Mellado pero ahora has decidido usar un seudónimo, India Toctli, ¿por qué has tomado esa decisión?** Es un medio seudónimo porque en realidad mi nombre es India, me he cambiado el nombre, y supongo que firmo con Toctli porque los apellidos están asociados a Isabel García Mellado. Aparte, por todo un proceso, no de cambio de personalidad, pero de crecimiento o como lo quieras llamar que he tenido en estos últimos meses o este último año. Bueno, en realidad viene desde que nace mi hija pero cristaliza más a partir de que cumplo 38 y tengo ahora 40. **Entonces India Toctli no es seudónimo, es como si escribieras como otra persona.** Sí, eso es. (figure: 2-c-javier_yohn_planells.jpg) Por eso, “Atl”, su nuevo poemario publicado por Ejemplar Único, es una ópera prima que aparece y desaparece como una estrella fugaz: sólo hay 25 copias y ya están todas vendidas. India Toctli lo tenía muy claro cuando eligió presentar su obra a esa editorial: “Es interdisciplinar porque el editor, Gabriel Viñals, pinta y acompaña el libro con una pintura única de cada poema, que además es en una camiseta. Los libros son todos diferentes porque las portadas van con lacre. Me parece muy artesanal, muy cuidado”, explica. Y también valora la compañía del catálogo: “Me gustaban algunos nombres que habían publicado: Esther Ramón, María Sotomayor, Sonia San Román…”. Como Isabel García Mellado firmó siete poemarios incluyendo “La casa de la cruz” (Visor, 2016) con el que ganó el LXII Premio Ciudad de Burgos. Ahora, India Toctli publica este “Atl” que es “el tercero de una serie de seis poemarios”. Todos están titulados en nahuatl, la lengua de los aztecas: Atl significa “agua”. Juntos, los seis conforman una historia completa aunque cada una de las partes tiene sentido en sí misma. El resto de libros, en principio, no verán la luz porque forman parte de colecciones particulares. **¿Por qué has decidido publicar sólo este?** No sé, me voy dejando llevar un poco por la intuición y la verdad es que estoy bastante contenta. Terminé muy desencantada del mundillo editorial. Por supuesto también hay cosas muy buenas, y personas muy buenas, pero en general todos los mundillos de todos los tipos son bastante pestilentes. Decidí empezar a preguntarme cómo me apetecía hacer las cosas y hacerlas a mi manera, sobre todo con mucho cariño y formando redes. **¿Cómo ha sido el proceso de escritura de los poemarios?** Yo antes siempre había escrito… escribía porque necesitaba escribir, lo pulía hasta que me gustaba, y para mí tenía sentido, era como explicarme cosas, me quedaba tranquila. Pero a raíz de un taller con Esther Ramón he descubierto todo un mundo interior que es de una profundidad vastísima, hasta el punto de que Esther me dijo: “Mira, vamos a parar un poco, porque se te está yendo de las manos y estás viviendo más en el mundo imaginario que en el real” [risas]. Y de ahí vino, empecé a tirar el hilo y salió todo. (figure: 3-c-javier_yohn_planells) Ese mundo imaginario se despliega como un sueño en las 55 páginas de “Atl”. Entre esqueletos de barco, ciudades intercambiables y referencias a Madrid, habitan mujeres, “mi familia”, que se llaman Manuela o Marie o Isabela. Esas mujeres “son metáforas sobre cómo entiendo el mundo o cómo entiendo que nos gustaría cuidarnos a todas las personas”. Están rodeadas de cocodrilos, de contaminación y de jaulas que a India Toctli le sirven para hablar “del capitalismo, del feminismo, del respeto a las personas, a la infancia, del respeto a todo lo que no se respeta, y de poner primero lo que debería ser primero, que es el cuidado, y el cuidado empieza por la naturaleza”, explica. “Atl” es un poemario que crece en la ciudad pero sus raíces escarban en la tierra para buscar respuestas, hasta llegar a lugares tan lejanos como las leyendas con las que los mayas, los aztecas o los japoneses se explicaban el mundo, tan pegadas, siempre, a la naturaleza. “Lo que me flipa es conocer otras formas de entender el mundo, otras formas de mirarlo”. Por ejemplo, de mirar el tiempo, “porque estoy ahora muy molesta con el tema de las horas, de la prisa, de este tipo de vida que vivimos que no respeta para nada ningún ritmo de vida natural”. Del mismo lugar que la escritura, de esa búsqueda, surgen también las pinturas de India Toctli. “Me ahogo si no pinto en un tiempo, tengo que dejarlo salir…”, explica. “Y, además, con toda la inseguridad que genera porque yo no he estudiado nada, no me he formado en Bellas Artes ni ilustración, es un poco a mi bola. Y cada vez estoy más contenta. Creo que se trata de desligarte un poco de las normas o de los estereotipos o de lo establecido, y luego con eso ya veremos”. **¿Es posible que en algún momento dijeras que habías dejado de escribir?** Yo en ese momento estaba en ese proceso de cambio. Claro, luego lo he entendido, lo que me pasaba es que estaba muy cansada de todo ese mundo y de cómo funciona, y no es que no vaya a escribir más, si te sale, te sale, es que no voy a pasar por esos sitios que me hacían sentir tan incómoda. Por ejemplo, a mí no me gusta recitar, no me gustan las presentaciones, no me gusta una serie de cosas que tienes que hacer para estar ahí, y luego te das cuenta de que no, de que puedes elegir cómo quieres hacerlo. Claro, olvídate de estar presente… que, por otra parte, pues maravilloso [risas]. Ahora India Toctli intenta relacionarse con las personas “desde otro lugar. Una cosa muy bonita que está pasando ahora, porque ese ambiente también es super machista, es que yo estoy generando lazos con mujeres muy chulos, de mucho respeto, de mucho cariño, en el que nunca me he sentido incómoda, y me está enriqueciendo bastante. Es un poco lo que buscaba, encontrar lugares en los que sentirte segura”, cuenta. Como siempre, le pedimos una recomendación literaria madrileña y ella enseguida piensa en la poeta y traductora Elia Maqueda, que vive en Madrid desde hace años. “Me gusta muchísimo cómo escribe Elia”, dice con vehemencia, “y además tiene un grupo que mola un montón [Ruiseñora] y una hija que está muy loca”. **¿Qué esperas de lo que escribes o de lo que pintas, de cara a quien te lee o que ve tus cuadros?** Pues es que no me lo pregunto ya. **¿Hacerte rica? [risas]** Bueno, hacerme rica ya es que ni de coña [risas]. Ni la gente que es conocida se va a hacer rica con esto, olvídate, ni de broma, ni ganarte la vida ni que te dé para arroz. Si tuviera que elegir una palabra que quiero relacionar con lo que hago es amor. Al final es dar y recibir, y ya.