Comisario animalista
Rafael Doctor (Ciudad Real, 1966) es comisario y animalista, entre otras cosas. Acaba de arrancar su último proyecto, centrado en la defensa de los derechos de los animales a través del arte y la cultura: Capital Animal. En su amplia e impecable trayectoria profesional destacan la dirección de Espacio Uno en el Reina Sofía, la dirección del MUSAC desde desde su inauguración en 2005 hasta 2009 o la dirección de la Fundación Santander. Actualmente desarrolla su actividad como comisario independiente y director de Los Doscientos, una editorial de libros de artista en la que las tiradas se limitan a doscientos ejemplares.
Hasta mayo se puede visitar en el Museo Lázaro Galdiano la exposición de Santiago Ydáñez “Reinterpretada II. Las cenizas del ruiseñor”, comisariada por Rafael y que es un preludio del programa expositivo “Madrid Capital Animal”. Doctor lleva trabajando más de un año en este proyecto, junto a Ruth Toledano y Concha López, cuyo objetivo es unificar la lucha animalista desde el arte y la cultura.
Los artistas que Rafael ha propuesto están íntimamente vinculados con Capital Animal: Ruth Montiel Arias, Santiago Talavera, "Animaladas" es el proyecto del videoperiodista Jaime Alekos y la compositora y cantante La Ruina, El Roto y Paco Catalán.
¿Cómo definirías la labor de un/a comisario/a?
La labor de comisariado exige tener empatía para con el trabajo de los demás pero, en general, es una cuestión de respeto y valor hacia el trabajo que uno considera que es necesario expandir.
¿Qué crees que hace falta para ser comisario/a?
Yo creo que lo que hace falta, como en cualquier otra profesión o trabajo, es ser honesto y fiel a uno mismo.
¿Por qué has elegido a estos artistas?
Por su disparidad y su radicalismo en la causa animal.
¿Cuáles son tus referentes o ideales a la hora de comisariar?
No cuento con un referente normalmente... Intento que cada proyecto nazca de la manera más libre posible.
Formas parte del proyecto Capital Animal, ¿se puede ser activista desde una posición curatorial?
Por supuesto. De hecho, en estos momentos considero que ser activista es la única razón de ser y lo cuento desde una experiencia de treinta años trabajando en este ámbito del arte y la cultura. Es por ello que nace Capital Animal y por lo que todo mi trabajo se dedica de una manera casi exclusiva a la lucha animalista.
Muchos artistas utilizan el tema animalista en sus obras, pero con diferentes estilos y técnicas. ¿Ha sido un reto para Capital Animal comisariar artistas tan diferentes entre sí?
Ser animalista es luchar desde tu vida por los derechos de los animales. No es una moda, es una cuestión ética y cada persona lo debe acoplar a su vida de la forma que considere adecuada. Los artistas animalistas tienen diferentes grado de compromiso y suelen avanzar cada vez más, hasta un compromiso total y trabajar un comisariado con esta causa es un privilegio que pienso seguir haciendo siempre.
¿Crees que Capital Animal hubiese sido posible hace diez años? ¿Ha cambiado el activismo cultural en los últimos años?
Hace diez años hubiese sido imposible Capital Animal, puesto que la conciencia en este tema era más pequeña. Ahora, sin embargo, está creciendo en todos los ámbitos y hay una necesidad social por resolver esta causa que, además, en España es aún más grave por las tradiciones vergonzantes que arrastramos y por el abuso constante que con los animales se practica.
